John Gruber, uno de los más reputados divulgadores del mundo Apple desmiente la leyenda urbana de que “cerrar las aplicaciones en segundo plano alarga nuestra batería”. Nos explica que cuando no utilizamos una aplicación, ésta se queda congelada en segundo plano, así que es igual que la cerremos o no, consume lo mismo. Sin embargo, si la cerramos, cuando tengamos que volver a abrirla, consumirá los recursos de volver a iniciarla desde cero, siendo éste un consumo muchísimo mayor que el de “descongelarla”.
John aconseja sólo cerrar aplicaciones en caso de que éstas no respondan, ya que en segundo plano no consumen CPU ni RAM al estar “congeladas”. De esta manera sí que conseguiremos nuestro objetivo, que es alargar la batería de nuestro terminal.
Fuente original: ComputerHoy